En momentos en que se debate el futuro de la “Libertad de Expresión” en el país, es necesario hacer recuento del trabajo que realizan los medios de comunicación de provincias y en particular de Cajamarca. Los medios provinciales: orientan sus espacios al análisis de la coyuntura nacional, regional y local; promueven eventos educativos; revalorizan los hechos históricos y culturales; defienden la naturaleza (agua); y, viven junto a las organizaciones sociales (conociendo su cosmovisión). Saben de buena tinta la verdad porque están más cerca de los hechos cotidianos, contrario a los “opinólogos de escritorio” que sólo publican artículos con informaciones superficiales y llenos de mentiras.

Sino recordemos que, después de la masacre en Bagua (05 de junio del 2009), se filtró del Servicio de Inteligencia Nacional un informe (2do gobierno de García) donde se daba a conocer la persecución y seguimiento a periodistas de varios medios de comunicación identificados con las causas nobles del pueblo. Entre ellos: Radio Marañón (Jaén), Radio Ilucán (Cutervo), Radio Andina (Chota), Radio Coremarca (Bambamarca), Radio Cutilvalú (Piura) y Radio La Voz (Bagua), entre otros. Este hecho nos hace recordar también, un informe filtrado el año 2013 al Frente de Defensa del Tambo (Bambamarca), en el cual se daba a conocer el seguimiento a periodistas de: Radio Líder, Canal 45, Radio La Voz del Cumbe, líderes políticos y sociales de Cajamarca. Pese a la persecución, dichos medios, siguen firmes al lado del pueblo.

Sin embargo el poder económico, desde las entrañas del Gobierno Central, no ha cesado su ira contra los medios independientes; pero como no han podido callar la voz pueblo, han iniciado una estrategia, quizá las más sucia de los últimos tiempos. Ahora compran medios, pagan periodistas, publican publirreportajes, y difunden panfletos; todos llenos de mentiras y difamaciones, al mismo estilo de la década de la dictadura fujimontesinista. Atrás quedó la libertad del comunicador para escribir lo que la realidad o su conciencia dice, ahora hacen lo que el dinero o capital manda.

El gran intelectual uruguayo Eduardo Galeano, llama a los periodistas empalmados por el poder económico: “mercenarios de la información”. La ética periodística que aprendimos en las universidades o en la universidad de la vida, ha sido reemplazada por el chantaje y la mezquindad más inhumana de los últimos tiempos.

Al igual que El Comercio y sus aliados, premiados impunemente por la ilegal concentración de medios; en Cajamarca hay medios serviles a Yanacocha y al fujimorismo que actúan impunemente falseando la verdad y difamando a autoridades y dirigentes sociales que defienden con valentía la dignidad de su pueblo.

¿Quiénes financian estos medios para distribuirlos gratuitamente? Nada menos que la mafia enquistada en algunas universidades privadas, en el fútbol y en la política regional. Este tipo de periodismo es una vergüenza para Cajamarca; para salvar a esta digna profesión, debemos tomar en cuenta el ejemplo de los medios periodísticos de provincias que, desde su trinchera, defienden dignamente la verdad.